Alguien me dijo, hace ya un tiempo,
vive la vida sin aferrarte a nadie.
vive la vida sin aferrarte a nadie.
Lo que de ante mano no supuso,
es que no existía alguien a quien pudiese aferrarme.
es que no existía alguien a quien pudiese aferrarme.
Desde entonces, convivo con mi soledad y vivo la vida
de la misma manera en que un día llegue a ella, sola.
Desde un principio fue algo espantoso,
sentía un vacío enorme en el pecho
sentía un vacío enorme en el pecho
y me excluía de todo y de todos.
Pierdes hasta la noción de los días,
sigues adelante para convivir con tu soledad.
Con el tiempo admites que aislarte del mundo
no es la solución,
no es la solución,
y que hay personas destinadas a cruzarse en tu camino,
y otras que esperan por vos en el suyo.
Tarde, fue que me di cuenta lo errada que estuve
al escuchar a esa persona que hablo sin saber,
que a la vida uno llega solo pero llegamos para vivirla
y si lo hacemos junto a otras personas, es mucho mejor.
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