Mirada baja, brillo perdido, luz escondida. Sumida en mi mundo, consumida. Manos temblorosas, voz ahogada, indecisión. Hoy llamo a todas aquellas almas que me leen, que me conocen, que saben de mi existencia. Las grietas de una pared son feas, pero dejan ver la luz, la luz hacia una salida. Solo tienes que encontrar un arma para abrirte camino. Tiene que ser algo que te haga más fuerte, más libre. Puede ser pintar, y tu arma será un pincel, puede ser cantar, y tu arma será tu voz, puede ser escribir, y tu arma serán tus manos...No subestimes el poder de aquello que te haga sentir más cerca de aquello que tengas por libertad, por paz. Porque aunque estés consumido por la oscuridad de un mal momento, atormentado por las grietas de una pared que solo marca tu ruina, siempre podrás coger tu arma, escapar de tu mundo y volar hacia otro lugar, lejos. Abrirte camino entre las grietas, luchar por no derrumbarte.
Y al final, encontrarás la luz entre tantas paredes agrietadas.
Al final, poco a poco, crearás tu propia luz entre tanta oscuridad.